LA ENTREVISTA
«El covid ha mostrado a la sociedad la importancia de la solidaridad»
Albert Cortés – EDITOR DEL LIBRO ‘ANTE LA CRISIS: CORAZÓN’
«Esto no es heroísmo, es profesionalidad» nos comenta Albert Cortés Borra, supervisor general del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona y editor, junto a Pedro Jaén Ferrer, del equipo directivo de HUGES – Humanizando la gestión sanitaria, mientras hablábamos sobre el libro solidario Ante la crisis: CORAZÓN (Editorial Jaén & Cortés. Autor 2020) cuyos beneficios irán destinados al Centro de Humanización de la Salud: «Es la organización ideal para recibir nuestro apoyo solidario, por su trayectoria ejemplar, por sus múltiples actividades de apoyo a los desfavorecidos, y por la ingente cantidad de trabajo que desarrolla bajo la admirable dirección de José Carlos Bermejo, precursor de la humanización en salud en España y Latinoamérica». Esta obra, que ya está a la venta en la plataforma Amazon, relata, a través de 60 vivencias de sanitarios de toda España y de todas las categorías profesionales, el sufrimiento, la satisfacción, las inseguridades y certezas de estos profesionales que durante esta crisis no han dado ni un paso atrás, evitando que el covid-19 los diera hacia adelante. Sobre esta iniciativa me advirtió Libertad Sendín, abogada y mediadora especializada en derecho Sanitario y Laboral y le estoy agradecida. Los demás, que ponemos nuestro granito de arena quedándonos en casa, ya tenemos otro forma de contribuir a frenar una pandemia que va más allá de la propia enfermedad. Una enfermedad que ha provocados miles de bajas y ha ensalzado a sus propios héroes.
–¿Qué ha aprendido de esas 60 experiencias que recoge el libro?
–Estas experiencias te hacen replantearte muchas cosas. Te ayudan a clarificar tus objetivos vitales, a dar importancia a las relaciones, a la familia, a tus seres queridos, estas vivencias dan importancia a vivir dejando a un lado factores que hasta este momento creías fundamentales y que ahora, dejan de serlo.
–¿Cuáles han sido las experiencias que más le han impactado?
–Hay vivencias de todo tipo: de tipo técnico u organizativo; otras, que narran sentimientos que trasmiten amor de manera brutal, que trasmiten el sentimiento de pena y rabia ante una pérdida de un familiar; otras, sentimientos de impotencia al no poder hacer nada por volver al trabajo al estar contagiado, el temor de un hijo porque su padre se infecte o la soledad de la muerte en una habitación sin acompañamiento por parte de la familia.
También merecen un comentario las reflexiones acerca de la heroicidad de los profesionales. Los profesionales sanitarios no somos héroes, somos profesionales en mayúsculas que a pesar de la situación pre-covid, con plantillas ajustadas, sueldos poco adaptados al trabajo y a la responsabilidad han respondido sin miedo poniendo incluso en riesgo sus propias vidas. Esto no es heroísmo, es profesionalidad. Y aprovecho la oportunidad para que a partir de ahora, se pongan en marcha los mecanismos adecuados para que los profesionales tengan el reconocimiento que se merecen, los aplausos estuvieron muy bien los primeros días, pero ahora es cuando las administraciones deben tomar cartas en el asunto, y dar el reconocimiento de verdad a las profesiones sanitarias, con la mejora de las condiciones de trabajo, la calidad de los contratos, y las retribuciones acordes con el trabajo que se lleva a cabo. Esto también depende de la sociedad: no nos llaméis héroes, ayudadnos a recibir el reconocimiento que merecemos.
–¿Cómo se gestiona una crisis ‘desde el corazón’?
–En el mundo de la gestión hay que dar un cambio a los modelos habituales, hay que pasar a trabajar en concepto de management de proximidad, donde se de importancia a las personas. Cuando la gestión se enfoca con este objetivo se van a obtener resultados inmejorables. No hemos de olvidar que los profesionales son el mejor activo de cualquier empresa, y diferentes autores, con los que coincidimos, nos describen que un profesional contento y motivado en su trabajo será mucho más productivo para la empresa. Ante una crisis hay que ser objetivo y tener la mente muy clara, ya que es cuando las decisiones han de ser correctamente tomadas y ejecutadas, y el corazón debe estar presente, para garantizar el éxito de las mismas.
–¿Cree que nos hará mejores como sociedad esta experiencia?
–La gravedad de la crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto que nuestra sociedad puede ser solidaria y trabajar por el bien común; no hay que dejar de lado que las costumbres sociales van a cambiar, y mucho, cuando el proceso de desescalada finalice, y las relaciones interpersonales deberán adaptarse a la prevención continua de los posibles rebrotes de la pandemia: lavado de manos, distancia social, nuevas formas de trabajar como el teletrabajo, evitar las aglomeraciones, el uso de mascarilla para protegernos y proteger entre otras medidas.
Debemos evitar la irresponsabilidad y pensar que las infecciones víricas, como es el caso del coronavirus, están presentes en nuestro ambiente; por ello la coherencia de las actuaciones llevadas a cabo por todos va a ser fundamental para controlarla. Hemos de estar preparados para posibles rebrotes. Nuestra sociedad mostrará madurez si es capaz de comprender que vamos a estar expuestos.
–¿Qué no se puede, de todo lo vivido, plasmar en un libro?
–Sin duda, lo que no podemos plasmar en el libro son las lágrimas de la mayoría de los autores. Nuestra intención no era hacer literatura, sino mostrar sentimientos y hay relatos que sobrepasan las páginas del libro, y te ponen los vellos de punta.
–¿Qué tres lecciones ha aprendido de todo esto?
–El coronavirus ha mostrado a la sociedad la importancia de la solidaridad y de tener un sistema sanitario fuerte; y también nos ha enseñado a valorar lo que de verdad importa, el valor de lo que merece la pena: la amistad, la familia y el amor incondicional.
—Este libro es un homenaje y reconocimiento a los profesionales sanitarios, usted que lo es, ¿puede compartir con nosotros su experiencia vital ante el covid-19?
–Mi experiencia personal está marcada por la pérdida de un ser querido, y, ciertamente, esta vivencia me ha hecho replantearme los valores imprescindibles en mi vida, me ha hecho darme cuenta de lo que de verdad importa. La importancia de cuidar a quien te quiere, valorar la importancia de los pequeños detalles de la vida, y saber priorizar.
La vida profesional te absorbe de una manera brutal, te hace en muchas ocasiones dejar de lado otras facetas de la vida personal que cuando te ves sumido en una pérdida como las que ha ocasionado el coronavirus, con la imposibilidad de acompañarles, sin un velatorio, sin un duelo real…, todo ello te hace reflexionar, y te pasan por la cabeza situaciones en las que no has podido estar a la altura. Desde el 22 de marzo de 2020 mi vida no será la misma, ni mis objetivos vitales tampoco. Puedo afirmar que, a pesar de la desgracia, soy otro, con un cambio claro y decidido, sabiendo valorar lo que importa, y quién importa, y porqué se debe seguir luchando.
Gracias Isabel Rodríguez Palop @mipalop por la entrevista